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martes, 3 de noviembre de 2009

Cuestión 1. La conformación de Hispania: Romanización y Cristianización.

La romanización es el proceso de incorporación política, administrativa, económica, ideológica y cultural de la Península Ibérica al Imperio Romano que se inicia en el año 218 a.C.


Los habitantes de la Península can a abandonar sus formas de vida tradicionales y van a adoptar las de los romanos, o bien se van a mezclar ambas. Este proceso se llama aculturación, y aplicado a este momento histórico romanización.

La romanización fue lenta y con ritmos variados a medida que Roma iba conquistando todo el territorio peninsular.

Los agentes de romanización fueron el ejército, la red de calzadas, la división provincial del territorio, la fundación de municipios y colonias, el asentamiento de la población romana e itálica, la difusión del latín y el derecho romano, y la extensión del sistema esclavista de producción.

Los factores más destacados de la romanización fueron los siguientes:

a) La organización administrativa, la vida urbana, las vías de comunicación y el comercio.

Hispania será dividida en provincias que sucesivamente van creándose desde la primera división administrativa en el 197 a.C: Hispania Citerior e Hispania Ulterior. En 27 a.C Augusto divide Hispania Ulterior en las provincias de Lusitania y Bética mientras Hispania Citerior se convierte en la provincia Tarraconense. En el año 212 Caracalla crea la Gallaecia en el noroeste de la Tarraconense. Por último Diocleciano incluye la Diócesis de Hispania y Mauritania Tingitana en la Prefectura de las Galias, dividiendo la península en las provincias Tarraconense, Cartaginense, Gallaexia, Baleárica, Lusitania y Bética.

Roma se aprovechó de las ciudades existentes en la Península, transformando sus órganos de gobierno y haciéndolos dependientes de Roma, en otras zonas fundó nuevas ciudades con pobladores romanos. El mundo romano es un mundo de ciudades, en éstas se decide todo y son centros de producción e intercambio. El contacto con la vida urbana transforma a los habitantes de la Península. A la vez se produce la adopción del latín como lengua oficial.

El desarrollo de un amplio sistema de calzada, favorece el intercambio comercial y la llegada de pobladores, ejércitos, comerciantes… las principales ciudades romanas estaban intercomunicadas entre sí y con Roma a través de la vía Augusta.

b) El papel del ejército.

Es fundamental, el ejército fue un importante vehículo de romanización, los soldados llevaban la lengua, creencias y costumbres de Roma y las difundieron por todo el Imperio.

Los campamentos romanos atraían a las mujeres, mercaderes, artesanos… y muchos de estos campamentos acabaron transformándose en ciudades (León, Mérida, Zaragoza, Barcelona).

c) La concesión de la ciudadanía romana.

No todo el mundo tenía el título de ciudadano romano, el recibir un indígena éste, significaba muchos privilegios y un alto honor, normalmente lo recibía gente que colaboraba con Roma y tenía un alto grado de integración en el mundo romano, era un título ansiado por muchos. Al principio a muchos ciudadanos se les otorgó la ciudadanía latina y, por último con Caracalla, toda Hispania recibirá la ciudadanía romana.

La influencia religiosa se extiende rápidamente entre la población de Hispania.

La religión roana se caracteriza por el sincretismo, primero con la religión griega y posteriormente, a medida que Roma se extiendo, irá incorporando divinidades de origen asiático y de carácter histérico. Una de ellas es el cristianismo.

La tradición legendaria atribuye la cristianización de Hispania a la actividad apostólica de Santiago el Mayor, los Siete Varones Apostólicos enviados por San Pedro y San Pablo.

Otras teorías indican el origen africano del cristianismo en Hispania, debido al movimiento de las legiones romanas por la Vía de la Plata, la actividad comercial o a la presencia de comunidades judías en las ciudades. Se demostraría por los primeros documentos de la Iglesia en Hispania y el análisis de restos paleocristianos.

No será hasta el siglo III cuando se documente la existencia de comunidades cristianas organizadas en sedes episcopales en algunas ciudades. Estas primeras comunidades sufrirán el martirio por la persecución oficial del Estado Romano.

A inicios del siglo IV se reúne el Concilio de Elvira, que demuestra la expansión del cristianismo por todas las provincias de Hispania.

El Edicto de Milán del emperador Constantino establece la libertad religiosa para los cristianos, lo que permitirá a la Iglesia extender su influencia sobre la sociedad hispano-romana y aumentar su poder económico. El emperador Teodosio convirtió al cristianismo en la religión oficial del Imperio que facilitó la cristianización de Hispania.

La organización jerárquica de la Iglesia adoptará la organización territorial y administrativa romana, perdurando hasta la actualidad- A partir de la crisis del siglo III y la ruralización del mundo romano. La Iglesia acaparó más poder, sustituyendo al Estado Romano en muchas de sus funciones, iniciándose la feudalización.

Con el debilitamiento del Imperio Romano Occidental, Hispania fue ocupada por Visigodos, Suecos y Alanos (pueblos germánicos o bárbaros), que se hicieron con el control administrativo y político. Al tiempo trataron de implantar el Arrianismo. Condenado como herética, esta concepción de cristianismo tendrá su pervivencia en la figura de los reyes visigodos.

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