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martes, 3 de noviembre de 2009

Cuestión 2. Etapas de la presencia musulmana en España: Al Andalus. El Reino Taifa de Toledo.


Tras una expansión desde Arabia, el Islam desembarcó en la Península Ibérica y se hizo con el Reino Hispano-Visigodo de Toledo a partir de 711, pasándose a denominar este Al Andalus (territorio ocupado por los musulmanes en la Península).


Mezclando efectividad militar y habilidad política, los musulmanes consiguieron dominar prácticamente toda la península, primero en nombre del Emirato dependiente del Califato Omeya de Damasco, reconociendo su autoridad política y religiosa.

En el 756 Abd al-Rahmán I establece el Emirato independiente de Córdoba (siglos VIII-X), reconociendo la autoridad religiosa, pero no política,del Califato Abbasida de Bagdag.

En el 929 Abd al-Rahmán III funda el Califato Omeya de Córdoba (siglos X-XI), cortando cualquier dependencia política o religiosa con el Califato de Bagdag e inaugurando una etapa de gran esplendor político, económico y cultural. Desde 976, el Califato cae bajo la dictadura de Almanzor y sus hijos, iniciando su etapa de decadencia. Tras una guerra civil entre partidarios del Califa Hisham II y los amiríes, se inicia el proceso de disgregación del Califato, apareciendo numerosos poderes locales independientes (Reinos de Taifas) u disolviendo el Califato en el 1031.

Entre el 1031 y el 1086 se desarrolla la primera etapa de los Reinos de Taifas, caracterizados por la fragmentación del poder político, el desarrollo cultural y su creciente dependencia de los reinos cristianos del norte.

Tras la conquista de la Taifa de Toledo por Alfonso VI de Castilla, los musulmanes pidieron ayuda a los Almorávides del norte de África, que invadieron la Península, derrotaron a Alfonso VI y unificaron todas las Taifas bajo un impero musulmán con sede en Marrakesh, hasta que en 1147 una revuelta bereber (Almohades) destruyó su capital, con lo que se inició un Segundo Periodo de Taifas (1147-1170).

La debilidad de las taifas y el avance cristiano permitió a los Almohades invadir el sur peninsular, unificaron todas las taifas y derrotaron a lis cristianos en la batalla de Alarcos (1195). Su poder unificará territorios entre el sur de Al Andalus y Trípoli (Libia), pero la grave derrota de las Navas de Tolosa en 1212 ocasionaron la desintegración del imperio en 1226 y facilitando un tercer periodo de Taifas (1226-1238), puesto que la expansión cristiana deja en 1238 un reino de Taifas único, el Reino Nazarí de Granada dirigido por la dinastía Nazarí. Este reino será el último musulmán el la Península, aunque cabe señalar la fuerte influencia do los benimerines, cuyas tropas ayudaron al mantenimiento del reino de Granada.

El Reino Nazarí sobrevivió por los enfrentamientos internos en Castilla y el pago de parias, pero con la llegada al trono de los Reyes Católicos se inicia la guerra para la ocupación de Granada que finalizó con la capitulación de Boabdil en 1492.

La organización territorial en Al Andals durante el periodo emiral y califal se organizó entorno a tres regiones interiores y tres regiones fronterizas o Marcas, a cuya cabeza se encontraba un cadí o juez administrador. Dichas marcas no tenían dólo una utilidad administrativa sino que también formaban parte de un sistema defensivo organizado contra los núcleos cristianos del norte peninsular. Cada marca estaba dividida en Coras gobernadas por el wali, representante del poder cordobés, desde una alcazaba o un castillo.

Los extensos territorios alrededor de la otrora capital visigoda, se constituyeron en una Marca Media, destinada a servir de gran frontera protectora contra el Norte, junto a la Superior de Zaragoza e Inferior de Badajoz. Se establecieron por el interior peninsular de la Manxa, Toledo, Cuenca y Guadalajara gran cantidad de tribus bereberes que mostraron su descontento con rebeliones y desafecciones, junto a una población autóctona cada vez más arabizada.

Los gobernadores de Toledo-Tulaytula, mostraron una amplia autonomía respecto a Córdoba.

Ante la crisis y debilidad del Califato cordobés, el visis toledano de origen bereber al-Zafir proclamó la independencia del Reino Taifa de Toledo, el más extenso de todos los andalusíes dejando la corona a u hijo al-Mamún. Éste ante el ataque de su rival, el rey taifa de Zaragoza, se granjeó el apoyo y la protección de los castellanos, por el pago de las parias, a afianzó su poder hacíendose con el valle de Henares y las tierras alcarreñas hasta Madinaceli y Molina; contuvo a las tropas del reino taifa de Badajoz en Talavera y desde tierras de Cuenca se anexionó el reino taifa de Valencia. La pujanza de Tulaytula como foco económico, científico y cultural fue entonces extraordinaria, hasta el punto de albergar temporalmente al exiliado Afonso de León en su conflicto con su hermano Sancho de Castilla. La fortuna militar de al-Mamún le llevaría incluso a la toma de la misma ciudad de Córdoba, pero murió asesinado poco antes.

Su nieto y sucesor al-Qádir no consiguió hacerse con el reino y fue depuesto por el rey de Badajoz; aunque el rey de Castilla y León Alfonso VI consiguió devolverlo a su trono. Pero incapaz de mantenerse en él, y ante los ataques y razias de zaragozanos, valencianos, aragoneses y castellanos, se pactó un intercambio: Castilla ocuparía Toledo mientras que al-Qádir sería entronizado en Valencia. Después de un laborioso asedio, y con ayuda y apoyo interior, Alfonso VI conseguirá entrar en Toledo, en lo que ya entonces de presintió como el principio del fin de la España musulmana.

Isabel Garrido

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