Cuestión 2. Etapas de la presencia musulmana en España: Al-Ándalus. El Reino Taifa de Toledo.
Tras una brillante expansión desde Arabia, el Islam desembarcó en la Península Ibérica y se hizo con el Reino Hispano-Visigodo de Toledo a partir del 711, pasándose a denominar este desde entonces Al-Ándalus (territorio ocupado por los musulmanes en la Península).
Mezclando efectividad militar y habilidad política los musulmanes consiguieron dominar prácticamente toda la península, reconociendo su autoridad política y religiosa. Se establece el Emirato independiente de Córdoba, reconociendo la autoridad religiosa.
Abd al-Rahmán III funda el Califato Omeya de Córdoba, cortando cualquier dependencia política o religiosa con el Califato de Bagdad e inaugurando una etapa de gran esplendor político, económico y cultural. El Califato cae bajo la dictadura de Almanzor y sus hijos, iniciando su etapa de decadencia.
Tras una guerra civil se inicia le proceso de disgregación del Califato, apareciendo numerosos poderes locales independientes (Reinos de Taifas) y disolviendo el Califato.
Los Reinos de Taifas se caracterizan por la fragmentación del poder político, el desarrollo cultural y su creciente dependencia de los reinos cristianos del norte. Una revuelta bereber destruyo la capital de Marrakech con lo que se inició un Segundo Periodo de Taifas.

La organización territorial en Al-Ándalus se organizó en torno a tres regiones interiores y tres regiones fronterizas a cuya cabeza se encontraba un cadí o juez administrador. Cada marca estaba dividida en Coras gobernadas por el wali, representante del poder cordobés, desde una alcazaba o un castillo.
Los extensos territorios alrededor de la otra capital visigoda, se constituyeron en una Marca Media, destinada a servir de gran frontera protectora contra el Norte, junto al Superior de Zaragoza e Inferior de Badajoz. Desafortunados en el reparto, ya entonces se establecieron por el interior peninsular de la Manxa (tierra seca) Toledo, cuenca y Guadalajara gran cantidad de tribus bereberes que mostraron su descontento con rebeliones y desafecciones, junto a una población autóctona cada vez mas arabizada.
Ante la crisis y debilidad del Califato cordobés, el visir toledano de origen bereber proclamó la independencia del Reino Taifa de Toledo, el más extenso de todos los andalusíes, dejando la corona a su hijo. Éste, ante el ataque de su rival, el rey taifa de Zaragoza, afianzó su poder haciéndose con el valle de Henares y las tierras alcarreñas hasta Medinaceli y Molina se anexionó el reino taifa de Valencia.
Alfonso VI conseguiría entrar en Toledo, en lo que ya entonces se presintió como el principio de la fina de la España musulmana, que empezaba a deshilacharse por el centro.
Laura Carpintero
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